HISTORIAS DEL BAR EL PUENTE III: AGUSTÍN

A veces los amigos nos vienen impuestos, como los cuñados que vienen incluidos en el lote. Otras veces te llevas una sorpresa y aparecen sin esperartelo, como una multa de tráfico, pero sin el sentido peyorativo de esta, sino todo lo contrario. Me lo presentó Andrés Bienhecho, y lo invitó a nuestra pipada habitual. No había fumado una pipa en su vida y a día de hoy incluso nos da consejos, ¡manda huevos! es como el que monta por primera vez en un avión y en su segundo vuelo quiere pilotar. Agustín es así, cuando se involucra en algo, se involucra hasta el final, si le ponen un chuletón se come hasta el hueso. Creo que para él la vida no consiste simplemente en vivir, sino en estar bien. Le aconseja Bienehecho, en una de sus improvisaciones habituales, después escucharlo, fumar tres pipas de latakia, beber cuatro cervezas y tres rones: amigo Agustín, todo necesita su tiempo y no se pueden forzar las cosas. Es como con la gripe: si la cuidas dura una semana; si no la cuidas, siete días. Yo sigo en mis cosas con mi pipa de Mac-Baren Cube, y de repente escucho la música de fondo en el bar de Sebas y tarareo una estrofa en voz alta:



"They tried to make me go to rehab and I said no, no, no"


Agustín y Andrés me interrumpen y trato de defenderme al grito de "canto como el culo pero bebo como nadie". A partir de ahí mis recuerdos comienzan a difuminarse y se me va el hilo de esta historia…otro día sigo.


Sebas ¡otro ron barceló, please!.