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miércoles, 23 de diciembre de 2009

LOS DOCE APÓSTOLES



El otro día hablando en el PIPA CLUB EL PUENTE, se le ocurre a Agustín preguntarnos si conocíamos el nombre de los 12 Apóstoles. Yo haciéndome el chulito le digo que si, entonces me insta a que se los diga, y yo pillado en un renuncio, me parapeto tras una mentira: no te los digo pues haría aflorar tu ignorancia amigo Agustín.
Nada más llegar a casa entro en internet y me doy cuenta que solo conocía 8. Lo reconozco, no soy perfecto.

Ellos fueron, en orden de elección:



• Simón, apodado Pedro. Entre todos los episodios en los que Pedro aparece representado, indudablemente ha prevale-cido aquel en el que Jesús le promete "las llaves del Reino de los cielos" (Mt. 16, 19). Tanto es así, que a San Pedro se le identifica, popularmen-te, por un par de llaves, que son su atributo característico e inconfundible. De aquí deriva su patronazgo sobre los porteros, fabricantes de llaves, y también sobre los relojeros.


• Andrés, hermano de Pedro. Según la tradición, la cruz de su martirio tenía forma de "X" (cruz "aspada"). Esa cruz no sólo se transformó en su atributo iconográfico principal, sino que es conocida popularmente como "cruz de San Andrés". Es representado siempre con la cruz aspada en sus manos o crucificado en ella.


• Jacob, Jacobo, Santiago el hijo de Zebedeo o Santiago el Mayor. Santiago suele ser representado justamente con las vestimentas típicas de un peregrino: apoyado en un bastón o "bordón", cargando una mochila o "zurrón", y llevando un sombrero de alas anchas tocado por una conchilla de vieira ("venera") boca abajo.


• Juan, el menor de los doce, también hijo de Zebedeo (por tanto, hermano de Santiago el Mayor). Casi siempre se le representa como un joven sin barba y de pelo largo; sin embrago, sobre todo en Oriente, aparece a veces como un anciano de larga barba blanca, a causa de haber sido el apóstol que alcanzó una edad más avanzada.


Muchas veces lleva una pluma o un rollo en que se lee, generalmente, el comienzo de su Evangelio ("In princípio erat Verbum", "En el principio era el Verbo"), y está acompañado por un águila, que es su atributo en tanto que evangelista, por el alto vuelo de su pensamiento y porque su Evangelio comienza justamente 'arriba', 'en el cielo', "junto a Dios" (Jn. 1, 2). El atributo del águila es muy antiguo, y el más común de los que identifican a Juan.


• Felipe de Betsaida. Se le suele representar llevando una cruz en forma de "T", instrumento con el que, según la leyenda, obró durante su vida muchos milagros. También se suele representar su crucifixión.


• Bartolomé, llamado también Natanael de Caná. La tradición señala que sufrió el martirio en Armenia: fue desollado vivo y luego crucificado cabeza abajo por orden del rey Astiages. A causa de esta leyenda, Bartolomé a menudo es representado en el arte (un ejemplo típico es el "Juicio Final" de la Capilla Sixtina) como despellejado y teniendo en la mano su propia piel. También se le representa llevando un cuchillo, instrumento de su martirio.


• Tomás (llamado Dídimo o Mellizo). Según los "Hechos de Tomás", apócrifo del siglo III, el apóstol era arquitecto, y habría sido invitado por un rey de la India (Gundoforo, Gondoforo o Gundafar) a levantarle un palacio. Tomás recibe el dinero para la construcción y lo distribuye entre los necesitados. Cuando el rey quiere ver el palacio, Tomás le anuncia que, al dar el dinero a los pobres, le edificó al monarca un palacio en el cielo. El rey, irritado, lo arroja en prisión, pero más tarde lo perdona. A raíz de este episodio legendario, Tomás es representado frecuentemente con una escuadra de arquitecto. Gracias a investigaciones recientes, se han hallado monedas de mediados del siglo I con el nombre del rey Gundafar, lo que da algún sustento histórico a esta tradición.


• Mateo, el publicano (recaudador de impuestos para los invasores romanos). A veces se representa a San Mateo escribiendo, acompañado justamente por una figura de un hombre alado.


• Santiago el Menor o Santiago el de Alfeo. Otra tradición se refiere a su muerte. Cuando estaba predicando el Evangelio cerca del Templo de Jerusalén, es arrojado de allí (o desde el pináculo del Templo) por orden del sumo sacerdote. Santiago sobrevive, pero es lapidado y rematado por un batanero, que le aplasta el cráneo de un mazazo. Este episodio le vale su principal atributo, que es una maza de batanero.


También se lo suele representa junto a Felipe, cuya fiesta comparte.


Se le representa en ocasiones con un libro, a causa de ser autor de una Epístola canónica; también con ornamentos episcopales, por considerárselo primer Obispo de Jerusalén. Su caída delante del Templo de Jerusalén es otro tema preferido de los iconógrafos.


• Judas Tadeo. Se le representa a veces con una imagen de Cristo en el pecho, a causa de su parentesco con el Señor, de quien -según la leyenda- era muy parecido. Otro atributo más clásico es la maza, supuesto instrumento de su martirio (hasta el siglo XIV se lo representaba con espada, alabarda y hacha).


• Simón el Cananeo, el Celador o Zelote (guerrillero). La imagen que lo representa recoge una tradición que cuenta que en su martirio fue cortado con una sierra de leñador por los adoradores del sol en Persia. El atributo de la sierra es el más clásico desde el siglo XV. Por ello, lo invocan como patrono los aserradores; también lo hacen los tintoreros, porque según una leyenda él mismo era tintorero.


• Judas Iscariote.


• Matias, el sucesor de Judas, elegido a la suerte en el monte de la sangre, Cito, Hechos 1, 12-26. La literatura apócrifa (por ejemplo los "Hechos de Andrés y Matías") abunda en detalles acerca de su martirio: fue hecho prisionero por antropófagos, cegado, curado y liberado por Andrés, y finalmente decapitado. Esas leyendas le han valido diversos atributos: espada, alabarda, piedras, cruz, hacha. Este último ha prevalecido en general.


Todos ellos eran galileos con excepción de Judas Iscariote, que se presume era de Judea (para algunos Iscariote significaría textualmente isqueriot, "de Queriot" al sur del distrito de Judá; mientras algunos más interpretan: de Isacar, isacarieth). Después de la resurrección y ascensión de Jesucristo y tras haberse suicidado Judas Iscariote, los once apóstoles restantes se reunieron y eligieron a Matías para completar nuevamente el número de doce apóstoles enviados a las doce tribus de Israel.

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